Esta imagen es la protagonista de un inolvidable episodio vivido en Islandia.
Como sabéis, durante nuestra aventura en la isla, invertimos el ciclo de sueño, es decir, dormíamos por el día y sacábamos fotos de «noche» para poder aprovechar la maravillosa luz de medianoche. A las 2, 3, 4… de la mañana había una luz estupenda. Cuando llegábamos a las ciudades daba la impresión de que habían sido abandonadas. El estatismo reinaba. Ni una persona, ni un coche en movimiento… claro, todo el mundo estaba durmiendo como personas normales. Eramos nosotros los que a esas horas tan intempestivas desplegábamos los trípodes para sacar las fotos.
El caso, es que encontramos esta iglesia (propiedad privada) y nos dispusimos a inmortalizarla. Muy cerca había otra casa, donde vivía el propietario. Al darse cuenta que estábamos por allí se apresuró para decirnos que la iglesia sólo se podía visitar de día. La verdad es que debimos de darle un gran susto porque se molestó mucho…
Recuerdo que estaba lloviendo (nos pasamos gran parte del viaje limpiando los filtros UV).
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Cámara Canon EOS-1D Mark III
Trípode
Abertura f11
Velocidad 1/15sg
Longitud focal 31mm
ISO 400